Primera aparición |
«Red Shadows» de Weird Tales (agosto 1928, EE. UU.) | |
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Creado por | Robert E. Howard | |
Interpretado por | James Purefoy | |
Editorial | Marvel Comics, Dark Horse Comics | |
Información personal | ||
Alias | John Silent, N'Longa | |
Nacimiento | 1549 Devonshire - Inglaterra | |
Nacionalidad | Inglesa | |
Religión | Puritano | |
Características físicas | ||
Raza | blanca anglo-sajona | |
Sexo | masculino | |
Información profesional | ||
Ocupación | Aventurero, cazador de brujas | |
Equipamiento | armas blancas y de fuego | |
Enemigos | Le Loup, The Fishhawk, el Demonio | |
Afiliaciones actuales | Kull, Conan, Red Sonja | |
Solomon Kane es un personaje de ficción creado por el escritor de la era de los pulp, Robert E. Howard, autor de Conan el Bárbaro. Un puritano de finales del siglo XVI o comienzos del siglo XVII, Solomon Kane es un hombre de aspecto sombrío que deambula por el mundo sin motivo aparente alguno distinto al de erradicar el mal en todas su formas. A diferencia de otros personajes de Howard, como Conan el Bárbaro o Kull de Valusia, Solomon Kane no vive en tiempos remotos ni fantásticos. Sus aventuras, publicadas principalmente en la revista pulp Weird Tales, le llevan con frecuencia de Europa a las selvas africanas y de vuelta. Sus aventuras se sitúan en el ámbito de la fantasía y se encuadran en el subgénero de espada y brujería.
Cuando Weird Tales publicó la historia «Clavos rojos», protagonizada por Conan el Bárbaro, los editores la presentaron como una historia de «un aventurero bárbaro llamado Conan, notable por su gran valor y fuerza bruta. Su autor, Robert E. Howard, es ya uno de los favoritos de los lectores de esta revista por sus historias de Solomon Kane, el adusto puritano inglés y reparador de injusticias».
Sobre la creación de su personaje el propio Robert E. Howard escribió:
Solomon Kane... Lo creé cuando estaba en la escuela superior. Tenía aproximadamente dieciséis años entonces, pero como los otros que mencioné, fue sólo después de algunos años que comencé a escribir sobre él. Fue probablemente el resultado de mi admiración por cierto tipo de duelista frío, de nervios de acero, que existió en el siglo XVI.Robert E. Howard[1]